Reencuentro con mi persona favorita en el mundo
DÍA 2 - Arrancar el día a las 4am para poder llegar a una de las ciudades más hermosas que visité alguna vez, hogar de la persona que más amo en el planeta tierra.
11/7/20231 min read


Me siento más que pasada de vuelta. Pasé la noche en un hostel en Milán, y no solo dormí poco, sino que dormí mal. Me tenía que levantar a las 4 para tomarme el taxi, y ya arrancamos mal porque me dormí a las 11 en vez de a las 8 como era mi idea, porque pues, me vino este impulso de grabar y lo hice.
Y no solo eso. Cuando me fui a dormir el cuarto seguía vacío. Por supuesto, cuando empezaron a caer los roomates alrededor de medianoche, llegaron con ellos los ruidos, las luces, los cierres de mochilas y las puertas que se abren y cierran entre el cuarto y el baño de la habitación. Mas la peor parte me la trae mi cabeza que al segundo que me percibe despierta, se apodera de mi paz y me deja en un profundo sobrepensar.
En este caso, sobrepensar en qué pasa si me quedaba dormida, y si valía la pena dormirme a este punto o seguir de largo, o darme vuelta y hablar con mis roomates, o qué pasaba si me volvía a perder el avión. Sí, una vez queriendo ir a mi siguiente destino me perdí el avión. No la pasé bien. Para nada. Quedé con un mini traumita.
Terminé sucumbiendo al sueño y no sé bien cuánto dormí, pero a las 4 estaba arriba, 4:30 en el taxi y 5:15 desayunaba en el aeropuerto. Y a las 7, partí al tan deseado destino: Amberes. O mejor dicho, partí hacia mi persona favorita en el mundo: mi mejor amiga.
Llegué mientras ella trabajaba así que salí a pasear y recorrer las calles que ya un año atrás cautivaron mi corazón (en mi Instagram está el spam de las fotos del paseo) y me senté en un café a trabajar y esperar a que ella saliera.
Nos perdimos en charlas, frituur y el eterno amor que nos tenemos.
Y ahora, a dormir que mi cuerpo lo necesita 🙏