La confusa transición entre la vida de campo a volver a la ciudad

Manejando la adaptación al nuevo ritmo, nuevos objetivos, y nuevos desafíos de la vida nómade

PROYECTO NÓMADE

11/9/20231 min read

Me siento sobre-estimulada. Me había olvidado lo que es estar en una ciudad, las distancias de las ciudades, la gente, el transporte público, lo rápido que parece irse el día en la ciudad a diferencia del ritmo tranquilo y sereno del campo. Y no sé bien cómo me siento al respecto. Solo sé que quiero avanzar a grandes pasos, y termino solo moviéndome unos centímetros.

Me levanté a las 5:30 para poder avanzar con lo que más quiero, que son mis proyectos, mi forma de vida, mi trabajo. Siento que la mañana, esos instantes donde todo está callado, es donde de verdad marco una diferencia conmigo, y por eso me hace bien despertarme en la oscuridad, lavarme la cara con agua fría, ponerme los lentes, prender la compu con brillo mínimo, y ordenar mis ideas, mis sentires, mis objetivos y mis tareas del día.

Peco de poner demasiadas cosas sobre mi plato, y lo sé, sumadas al hecho de que estoy en plena adaptación a este estilo de vida, a esta nueva etapa, a estas nuevas posibilidades. Y es algo que me deja en jaque, lo veo, lo siento, lo observo en mi cuerpo y se siente en cada fibra.

Fue uno de esos días que por más de estar lleno de todo lo que querés para vos, se te muestra también todo lo que NO querés. Nota mental, mi tiempo de la mañana es sagrado y me mueve hacia adelante en las cosas que quiero para mi.

Un día a la vez