Tomé una decisión impulsiva - DÍA UNO

Acabo de tomar una decisión impulsiva. Hoy empieza un nuevo capítulo en mi vida, algo que jamás experimenté ni viví antes. Hoy me convertí en nómade. Oficialmente, soy una nómade digital. No, no estoy viviendo en Bali tirándome al mar desde altísimos acantilados con un bronceado de diosa del Olimpo. No, no estoy haciendo fortunas con mi computadora (todavía, Dios y el universo escuchan siempre). Estoy persiguiendo mi sueño. Y no tengo idea de cómo se va a ver, solo sé que es mío. Y lo voy a ir descubriendo en el camino. A partir de hoy, avanzo hacia terreno desconocido.

Hoy terminó mi experiencia transformadora de housitting-petsitting en Italia, en la casa que me recibió para que pudiera hacer mi ciudadanía italiana, y hoy me fui, para empezar esta nueva vida. Estuve todo el día con muchos sentimientos, la mitad del día me la pasé con nauseas, un cuarto confundida y abrumada, y este último pedazo me siento llena de energía, llena de posibilidades, al borde del abismo, en el verdadero momento 0 donde el Loco empieza su camino. Con ese delirio que solo quienes persiguen sus más grandes sueños pueden comprender. Y así como Don Quijote quiso buscar las aventuras que lo llevaran a sentirse y vivir como un verdadero caballero de los libros de caballerías, yo hoy me lanzo a ser nómade digital, a ser creadora de contenido, a ser una artista de imágenes, palabras y experiencias.

Hoy es el día uno. Y me comprometo a hacer este check in conmigo y con vos del otro lado, cada día, por los siguientes 365 días.

No sé qué siento, no sé que sucederá, solo sé que esto es lo que tengo que hacer. Esto es lo que quiero hacer.

Un día a la vez.